miércoles, 3 de agosto de 2011

Calificadoras de riesgo mantienen atención sobre Estados Unidos

Estados Unidos recibió el martes la confirmación de su calificación AAA por dos agencias clave luego de que Washington alcanzó un acuerdo de último minuto para evitar una moratoria, pero continúan las amenazas de futuras rebajas.
Moody's Investors Service y Fitch Ratings mantuvieron la calificación estadounidense por el momento, pero dijeron que se requieren medidas adicionales de reducción de déficit para que el Gobierno ordene sus finanzas y retenga su codiciada calificación.
Enfatizando esa amenaza, Moody's asignó un pronóstico negativo a la calificación de Washington, lo que significa que una rebaja es posible en los próximos 12 a 18 meses.
Fitch prometió concluir una revisión más exhaustiva de Estados Unidos para fin de mes y no descartó colocar un pronóstico negativo a su calificación.
Los inversores aguardan a Standard & Poor's (S&P). La agencia ha sido más severa que sus rivales, amenazando con rebajar la calificación estadounidense para mediados de octubre si los legisladores no elaboran un plan que reduzca significativamente el déficit presupuestario.
No obstante estas evaluaciones, los acreedores privados de Estados Unidos representados en un comité que aconseja financieramente al Tesoro de este país, no creen en una pérdida inminente de la calificación atribuida a la deuda pública del país, actualmente en "AAA", la mejor posible.
"Ninguno de los miembros piensan que una baja de la calificación de la deuda sea inminente", se informó al dar un resumen sobre una reunión de este comité que se efectuó el martes en la mañana.
La reunión de este comité tuvo lugar antes de que el Congreso acordara elevar el techo de la deuda pública y adoptara medidas para reducir el déficit del presupuesto de Estados Unidos.

Con información de Reuters y AFP

Estados Unidos se salva de quiebra

AGOSTO 2, 2011 
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgó el acuerdo que permite elevar el techo de deuda de ese país, tras semanas de pugnas políticas en Washington, con lo cual se desvanece el fantasma de un cese de pagos sin precedentes en la historia del país.
Alejado de las cámaras, el Jefe de Estado oficializó la medida que se volvió imprescindible para hacer desaparecer la amenaza de bancarrota que se cernía sobre el país si el Congreso no hubiera dado el visto bueno, reseña la agencia EFE.
El Senado había aprobado por 74 votos a favor y 26 en contra el acuerdo bipartidista que autoriza el aumento de la deuda estadounidense y evita lo que hubiera sido un cese de pagos sin precedentes en la historia norteamericana.
Antes del Senado -de mayoría demócrata-, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, ya había aprobado la medida, por 269 votos a favor y 161 en contra.
"Es importante que aprendamos a vivir a la medida de nuestros medios", dijo Obama desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, poco después de la votación en el Senado.
Aunque el acuerdo estipula reducciones de gastos del Gobierno pero no aumentos de impuestos, el mandatario insistió en que a largo plazo se necesita "un enfoque equilibrado, incluida una reforma del código impositivo para que los más ricos paguen su justa contribución".